En el primer par cinco de la vuelta, el jugador no se ve intimado por la distancia, sino por el doble dogleg que le obliga a colocar bien el drive si desea tener una buena perspectiva del green y opciones para poder llegar de dos. Esta alternativa no es la más inteligente porque el green está bien protegido por búnkeres y hazards. Lo recomendable es jugar corto y atacar su pequeño y movido green, de 21 metros de largo, con un buen approach. Todo un reto de estrategia que lo convierte en el primer hándicap del campo